Construida en 1703 sobre el antiguo templo del siglo XVI dedicado a Santa María. Podemos reseñar la fachada en un barroco rococó, propio de la época, observando a ambos lados de los capiteles corintios la faz de los arquitectos que la diseñaron, atribuyéndose la obra de construcción a los mismos albañiles que edificaron años antes la ermita de la Vera Cruz de Caravaca, contando aparte de la puerta principal, con dos puertas laterales.

En la de la izquierda, llamada de San Pedro, se conserva la fecha de construcción en la parte superior de la misma. La puerta derecha está dedicada a Santa María.

En la segunda mitad del siglo XIX la iglesia sufriría un incendio que obligó a remodelaciones en el templo, tales como la construcción de un nuevo campanario en el año 1873, obra de Jose Marín Baldó en estilo Neohistoricista Románico, que aprovecharía la base barroca anterior.

Dicho campanario posee un reloj orientado hacia la Plaza Mayor, sitio neurálgico de la villa utilizado por los ciezanos a lo largo de su historia como mercado, plaza de toros y actualmente como lugar de la Casa Consistorial.

El campanario posee un reloj orientado hacia la Plaza Mayor, sitio neurálgico de la villa utilizado por los ciezanos a lo largo de su historia como mercado, plaza de toros y actualmente como lugar de la Casa Consistorial.

En la calle Cartas se encuentra la entrada de la Sacristía de la Iglesia. Adentrándonos en ella observamos la fotografía de un ilustre ciezano, el Obispo Jesús Mérida Pérez, persona influyente en la vida política de los años 40, que desarrolló su ministerio en Astorga (León). A ambos lados de su imagen se encuentran, el escudo del Obispo de Mérida y al otro la placa que los ciezanos le dedicaron por su labor a favor de la villa ciezana.

Situados en la nave central de la Basílica nos encontramos con el altar mayor, obra de carpinteros ciezanos realizado tras la guerra civil, por la destrucción durante la contienda del construido en 1911 por Sebastián Guillen, ayudado de Manuel Carrillo. Anteriormente existía un retablo barroco que fue vendido a principios de siglo a la iglesia de ¿Los Juanes¿ de Valencia, para obtener fondos para la instalación de un nuevo suelo en nuestra basílica.

Las imágenes procesionales que podemos admirar en su interior fueron talladas por Roque López, Benedito, González Moreno, Sánchez Lozano, Capuz, Manuel Juan Carrillo Marco y José Planes, entre otros. Desde la Semana Santa hasta el día de la Cruz también podemos admirar la imagen del Santo Cristo del Consuelo, de Juan Rigusteza (siglo XVII), la mas venerada de la localidad.