El área geográfica en que se asienta el actual término municipal de Cieza ha sido testigo, desde tiempos prehistóricos, del desarrollo de innumerables y diversas civilizaciones atraídas por las condiciones orográficas y la benignidad climática del área.

Los vestigios de arte rupestre hallados en la zona constituyen un testimonio de gran importancia para conocer las creencias de los primeros pobladores del territorio ciezano.

Paleolítico

La cueva o sima de la Serreta, en la margen izquierda del cañón de Almadenes, ocupa el límite de los términos municipales de Calasparra y Cieza. Cuenta con un legado arqueológico que confirma la existencia de presencia humana en la zona desde el Paleolítico Inferior y Medio. Sin embargo, es en el Epipaleolítico (Transición entre Paleolítico y Neolítico), hace unos 9.000 años a. C, cuando empieza a desarrollarse el poblamiento en esta zona.

Los yacimientos arqueológicos ciezanos más destacados en los que se han hallado restos del Epipaleolítico, son la Cueva de la Serreta (Almadenes), la Cueva de la Barca (Cabezo del Asno) y el Abrigo Grande del Barranco de los Grajos, este último de gran interés arqueológico, ya que supone la confirmación de la pervivencia de las tradiciones paleolíticas hasta el III milenio a.C.

Neolítico

La evolución cultural, los cambios climáticos y el incremento demográfico, constituyen los principales detonantes del inicio del proceso de neolitización, por el que las sociedades prehistóricas pasan de ser eminentemente depredadoras a productoras, apareciendo la agricultura y la ganadareía, y produciéndose el proceso de sedentarización. Su cronología depende de la zona geográfica de la que hablemos, remontándose al VI milenio en la Península Ibérica.

El Neolítico ciezano alcanza sus mayores exponentes en la Cueva de la Serreta y en los abrigos del Barranco de los Grajos. La primera, descubierta en 1972, cuenta con un importante legado compuesto por 50 representaciones de arte rupestre esquemático y seminaturalista; mientras que los segundos, constituyen un interesante ejemplo del estilo Naturalista Levantino, reflejado en su famosa escena de la danza propiciatoria de la fertilidad. La gran variedad de gestos en las figuras representadas le dan valor narrativo a la composición, y la sitúan entre las más importantes de la Región de Murcia.

Edad de los Metales

El III milenio a.C es la fecha de inicio de la Edad de Cobre. En ella las comunidades humanas comienzan a fabricar utensilios con esta aleación, a intensificar sus relaciones sociales, y a abandonar definitivamente las cuevas para establecer su hábitat al aire libre. Estamos ante el comienzo de los poblados. Los restos arqueológicos más importantes de esta época en Cieza han sido hallados en 'Los Realejos'.

Hacia el II milenio a. C la superficie de los poblados se irá incrementando paralelamente a la complejidad de sus defensas, coincidiendo con el desarrollo de la cultura del bronce.

Los materiales hallados en Cieza pertenecientes a esta época, se encuentran en su mayor parte vinculados con la Cultura Argárica (localizada en Murcia occidental y Almería), y también tienen una importante presencia los materiales procedentes de La Mancha y el Levante Valenciano. Un ejemplo interesante de esta época es la necrópolis del Cabezo de las Beatas.

Conviene destacar que es en la Edad del Bronce, cuando el territorio ciezano comienza a cobrar relevancia como núcleo comunicador y articulador del espacio en las márgenes del río Segura.