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Joaquín Salmerón: "El Museo Siyâsa ha cambiado el paisaje cultural de Cieza, y de qué manera"

Cieza.es | 3 de junio de 2020 a las 13:53

Es el guardián del patrimonio y la memoria de Cieza. Sobre los hombros del director del Servicio Municipal de Museos descansan siglos de historia y la responsabilidad de cuidar, guardar y divulgar materiales milenarios, los vestigios arqueológicos de quienes poblaron estas tierras de la Vega Alta del Segura.

Como todos los arqueólogos municipales, Joaquín Salmerón Juan (Cieza, 1962) ha adquirido con el paso del tiempo ese aire particular que no es de funcionario, ni de director de museo, ni siquiera de técnico. Es un halo especial que despiden los que están muy comprometidos con su trabajo. O sea, los que se sienten obligados por vocación a ser la cara y los ojos que tiren del carro.

Por eso no desconecta su teléfono móvil y atiende las llamadas, acude a comprobar los yacimientos arqueológicos o recibe entusiasmado a los artistas que exhibirán su obra en las salas de exposiciones temporales del Museo Siyâsa. Y es que este ciezano amante de su profesión se ofrece de forma permanente hasta que el cuerpo aguante. También fuera de su horario de trabajo.

El ejercicio de poner un pie en el pasado para hacer una propuesta de futuro sustentaba el proyecto inicial de este emblema de Cieza, el Museo Siyâsa, que abrió sus puertas el 12 de mayo de 1999. Se mire por donde se mire todo es extraordinario. Su hoja de servicios durante los últimos dieciocho años lo convierte en el principal centro de referencia cultural de la ciudad con la inestimable cifra de 330.000 visitantes.

Que la apertura del Siyâsa ha cambiado el paisaje cultural de la localidad es un hecho indiscutible. "Lo ha hecho de forma radical, y de qué manera, porque se ha multiplicado de forma exponencial las actividades de toda índole", explica. Y una de las consecuencias ha sido la proyección de este equipamiento de titularidad municipal que, en su opinión, "no hubiera sido posible sin el antiguo arqueológico de la calle Cadenas".

"Salmerón hace balance y compendio de este cumpleaños: "Para Cieza ha sido muy rentable desde el punto de vista económico la creación y mantenimiento de este museo, porque ha contribuido al desarrollo turístico de la ciudad. También lo ha sido desde un punto de vista cultural puesto que ha colocado a Cieza a la cabeza de los museos municipales de la Región de Murcia".

Y es que nació con una doble vocación. Por una parte, tenía que convertirse en un espacio capaz de alentar el conocimiento de la arqueología y conservar el legado de las culturas. Pero por otra, desde sus inicios, la institución fue consciente de que sólo diversificando sus intereses, alejándose de la tentación de convertirse en un mausoleo dedicado exclusivamente a la difusión del patrimonio histórico, podría llegar a ser un auténtico espacio público en el que convergieran otras propuestas que pudieran contribuir a mostrar la complejidad y la diversidad de la cultura actual.

De esa concepción divulgativa y dinámica del museo que tiene Salmerón proviene el carácter creativo de la dirección del Siyâsa, en el que, además de exponer las colecciones permanentes, aporta nuevas posibilidades como espacio cultural para presentaciones de libros, conferencias, cursos, recitales poéticos y conciertos; propuestas que, en definitiva, muestran lo necesaria y enriquecedora que puede resultar su labor.

Con todo, y respecto a las exposiciones temporales de arte, admite que a estas alturas el museo puede haber alcanzado unas dimensiones patrimoniales importantísimas. "Hemos conseguido que los artistas que han pasado por nuestras instalaciones cedieran una de sus obras, alcanzándose aproximadamente cerca de doscientas piezas entre pinturas y esculturas que forman parte del patrimonio artístico de Cieza".

Todo el mundo sabe que el antiguo casino abriga además entre sus paredes importantes vestigios arqueológicos de uno de los yacimientos islámicos más relevantes de Occidente: el despoblado de Medina Siyâsa, del que se reproducen a escala real dos de las principales casas de este entramado urbano andalusí. En su época de máximo esplendor contaba con unos 4.000 habitantes y estaba constituido por 787 viviendas.

Otro de los recursos de este centro museístico se encuentra en la última planta: su biblioteca especializada, con cerca de 4.000 volúmenes. Es la mejor fuente de información para quienes busquen profundizar aún más en arqueología e historia medieval. Los fondos son fruto de las donaciones realizadas por particulares y los intercambios con instituciones científicas y universidades de España, Francia e Italia.

Las cosas han cambiado mucho en estos dieciocho años, y sobre todo en las últimas tres décadas. Éste es el tiempo que lleva en el Servicio Municipal de Museos. Salmerón hace un llamamiento desde el portal municipal 'cieza.es' para que toda la sociedad exija responsabilidades en la protección del patrimonio histórico. En palabras suyas, "la ciudadanía es la que vota y la que debe exigir a las administraciones públicas la protección".

No se trata de un asunto nuevo. Los poderes públicos deben acatar y hacer cumplir el artículo 46 de la Constitución Española, que les obliga a garantizar la conservación y promover el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran. Conviene recordar esto especialmente.

Salmerón cree que para mejorar las cosas es fundamental incidir en la educación de los jóvenes y los niños. "Hay que llegar a ellos y transmitirles el mensaje de que es responsabilidad de todos proteger nuestro patrimonio". Curiosamente, "ha sido de forma espontánea", a raíz de los cursos de arqueología, los que han empujado a muchos jóvenes a involucrarse como voluntarios culturales. Muchos de los que se inscribían en estas acciones formativas ahora forman parte de la Asociación Cultural Voluntarios de Siyâsa.

Buen comunicador y lo suficientemente sensible para saber transmitir la necesidad de proteger y divulgar el patrimonio en cada momento del devenir social, Salmerón invita a conciliar el patrimonio histórico con el desarrollo, a construir sin destruir. También habla de desafíos que pasan por buscar un nuevo espacio museístico para dar cabida al rico patrimonio de arte rupestre y los fondos prehistóricos.

También confía en que siga siendo el centro investigador puntero que es. La coyuntura no debería impedir que lo siga siendo a pesar de las estrecheces económicas. Para la inmensa mayoría de los ciezanos el Museo Siyâsa constituye un motivo de orgullo común. Chesterton escribió que la mediocridad probablemente consiste en hallarse delante de la grandeza y no darse cuenta de ello. Hay mucha grandeza en el Museo Siyâsa.