Ayuntamiento

Guillermo Martínez: "Todos somos un poco de todos lados".

Cieza.es | 3 de junio de 2020 a las 13:52

Al sur de Alemania, en un valle rodeado de bosques de cuento, vive y trabaja el ciezano Guillermo Martínez Valenzuela

Ravensburg es una típica ciudad del sur de Alemania, de carácter medieval, capital del distrito homónimo y perteneciente a la región de Tübingen, dentro del Estado Federado de Baden-Wurtemberg. La ciudad está situada a orillas del río Schussen, en un idílico valle rodeado de bosques y colinas, que desemboca en el Lago de Constanza. Debido a las fronteras físicas que suponen el propio lago y los Alpes, se encuentra en un importante cruce de caminos, entre ciudades como Friedrichshafen y Ulm, de sur a norte, o hacia Wangen, Kempten o Füssen, hacia el este. En este punto del planeta, iniciamos una serie de reportajes en el portal municipal sobre ciezanos en el extranjero.

Guillermo Martínez Valenzuela es un ciezano diplomado en Magisterio de Francés por la Universidad de Murcia y tiene 36 años. Vive en Ravensburg, al sur de Alemania, desde hace 3 años y trabaja como profesor de Español y Francés. "Enseño a adultos en diferentes instituciones, entre ellas, la universidad popular de la ciudad".

Un día cualquiera en la vida de Guillermo consiste en "trabajar, aprender alemán y, cuando puedo, intento hacer un poco de deporte. Los fines de semana, la buena situación de esta ciudad nos da la oportunidad de visitar lugares y países que no suponen más de una hora de distancia en coche. Como el Lago de Constanza, los Alpes, Austria o Suiza".

A este profesor ciezano le gustan el deporte, la fotografía, viajar y los idiomas. Opina que "la ciudad de Ravensburg, para tener 50.000 habitantes, cuenta con una amplia oferta cultural y de servicios. Entre otros, centros culturales donde puedes ver películas en versión original, salas de cine, conciertos y piscinas. Posee un bonito centro histórico medieval; y algo típico en Alemania, la óptima integración de naturaleza y urbanismo en una misma ciudad".

Pero también hay inconvenientes para un mediterráneo del Sur de España. "Hay menos sol, hace más frío y, encima, la cerveza no la beben muy fría, a esto me cuesta acostumbrarme".

Describe el carácter de sus convecinos como "típico de Centroeuropa, la gente es menos cálida que nosotros, algo influido por el clima. Pero son simpáticos; es difícil generalizar y hablar de, por ejemplo, los alemanes, porque no los conozco a todos. Como me gusta huir del tópico y cliché de la nacionalidad, he conocido a gente aquí mucho más abierta y social que un español. Creo que hablando de 'carácter' todos somos un poco de todos lados".

Guillermo ha encontrado aquí su sitio y también el amor. Vive con su novia Sonja, que es alemana, y también se relaciona con otros españoles que residen en el lugar. "Los españoles que conozco son sobre todo profesores, aunque me gusta relacionarme con alemanes, a causa del idioma, y con otros extranjeros que trabajan como yo y viven aquí, con ellos me reúno para hablar en alemán en un café, ahí hacemos una 'stammtisch', que se podría traducir como tertulia".

Pero no puede dejar de recordar su patria chica y echa mucho de menos "a la gente, el paisaje y el arroz y conejo de mi madre". Por ello suele visitar Cieza con bastante frecuencia, "para reencontrarme con su entorno, su río, su huerta, sus montañas y sus sierras; además, toda mi familia y amigos están allí y con ellos mantengo una relación asidua, fraternal y duradera".

Le gustaría regresar un día a España, pero volver a Cieza más tarde. "Por el momento, quiero aprovechar el tiempo para vivir y trabajar en distintos países y culturas, gracias a la oportunidad que me brinda esta profesión, la de profesor de Español y Francés".

Por lo que ha podido observar y percibir en su localidad de residencia, los alemanes, "no sé si ha sido así siempre, tienen una valoración muy positiva de nuestro país y nuestra gente; España y el español están de moda, desde el deporte, hasta su cultura, pasando por la gastronomía, literatura, idioma, cine y flamenco".

Se despide Guillermo de nosotros con "un afectuoso saludo a los lectores de cieza.es y un abrazo fuerte a mis amigos. Muchos besos a mis hermanas, hermano, sobrinos y mis padres, por supuesto".