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Alejandro Izquierdo: "Como en Hollywood, mucha gente viene a Bruselas a probar fortuna"

Cieza.es | 3 de junio de 2020 a las 13:39

Alejandro Izquierdo López, nuestro compatriota de la segunda entrega de 'Ciezanos en el extranjero', vive en Bruselas y, desde 1997, anda a caballo entre España y esta ciudad.

Cuentan que, durante la Alta Edad Media, el territorio en donde está emplazada la ciudad de Bruselas era un área pantanosa con abundantes arroyos que formaban islas. En la más elevada de esas islas, fue fundada una ermita, en torno a la cual, luego, se formó un burgo. En neerlandés medieval, broek (pronúnciese [bruk]) significa pantano y sell significa ermita; por lo tanto, en consonancia con esto, la etimología de la ciudad de Bruselas sería 'Ermita (del) pantano'. Otros, sin embargo, sostienen que, en un principio, la ciudad se situaba en la montaña de San Miguel y se hallaba habitada por los celtas antes de que fuera ocupada por los francos. De hecho, tiene una etimología muy próxima a la de la ciudad de la Galia Cisalpina 'Brixellum', actual Brescello, que deriva de briga (altura) y cella (templo), es decir, un templo en las alturas.

Bruselas es la capital y ciudad más grande de Bélgica, y la principal sede administrativa de la Unión Europea. Es también la capital de la Región de Bruselas-Capital, de la Región Flamenca y de las comunidades flamenca y francesa de Bélgica. Así como la sede de la Comisión Europea, del Consejo Europeo y uno de los dos recintos del Parlamento Europeo. La ciudad, igualmente, es la sede política de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Cuenta con 145.000 habitantes y, como capital del Estado, acoge la residencia del Gobierno y el Parlamento. Alberga también el Castillo de Laeken, morada de Su Majestad el rey Alberto II y la familia real belga.

Alejandro Izquierdo López, nuestro compatriota de la segunda entrega de 'Ciezanos en el extranjero', vive en Bruselas y, desde 1997, anda a caballo entre España y esta ciudad. "Como estudiante, en prácticas, buscando empleo y finalmente trabajando, son muchas las veces que he hecho el viaje de ida y vuelta a Bruselas. Me temo que mi destino estaba claro desde que puse el pie por primera vez en esta ciudad. Bruselas siempre me ha perseguido allí donde he ido", nos confiesa.


Trabaja en el sitio, por su puesto, menos original entre los expatriados de Bruselas: la Unión Europea. En concreto, en el gabinete de prensa del Comité Económico y Social Europeo. "Mi trabajo cambia de un día para otro, e incluso de una hora a la siguiente. Lo mismo para un roto que para un descosido. La relación con los medios, que es básicamente mi cometido, es tan cambiante como el periodista que te llama, como el asunto que tienes que vender a la prensa o como la rueda de prensa a organizar con este político o aquel otro. Es un trabajo muy gratificante si es lo tuyo, si es lo que te gusta. Por suerte, es mi caso".

Pero no todo es trabajo y Alejandro también tiene tiempo para dedicarlo al ocio, aunque... parece ser que nada original según sus propias palabras. "Una cerveza con los amigos (¡éste es el país de la cerveza!), un buen libro o alimentar la adicción a alguna que otra serie de televisión acaparan la mayoría de mi tiempo libre. Y, cuando el tiempo lo permite (no podía ser todo bueno, el país de la cerveza es también el país de la lluvia y el cielo gris), visitar el cercano Mar del Norte o una de las numerosas zonas boscosas de Bruselas".

Lo que más le gusta es la intensa vida social. "Bruselas es una ciudad muy viva. Siempre hay algo que hacer, un amigo que te llama para tomar un café, para ir a una fiesta, un concierto en plena calle, exposiciones... Quien se aburre aquí es porque quiere".

Y entre las muchas actividades que tiene esta ciudad, se encuentra la Euroferia, una feria estilo andaluz con casetas de numerosos países y regiones. Como no podía ser menos, Cieza está presente con su propio stand, y organiza aquí su edición europea del lanzamiento de huesos de oliva. "Es una gran alegría encontrarse aquí con los paisanos de 'Amigos de las Oliveras', saborear unas olivas chafás y sentirse de nuevo en Cieza por un día".

La climatología de su ciudad de residencia y trabajo es lo que menos le podría gustar a Alejandro si se dejara guiar por lo que dice la mayoría de españoles que viven aquí. "Eso es lo que respondería la mayoría de la gente. Pero no, en mi caso es, llamémoslo así, la falta de carácter español. En España somos flexibles, abiertos y tendemos a buscar la solución a los problemas, no a crearlos. En el norte de Europa, los estereotipos, me temo, son a veces ciertos. Las gentes son mucho más cerradas, cuadriculadas y grises. En Bruselas, muchos de sus habitantes hablan de la 'burbuja europea'. En este 'Hollywood' de la UE, como yo lo llamo, tu grupo de amigos abarca fácilmente varias nacionalidades, lenguas, religiones, culturas... Es una suerte, es ciertamente muy enriquecedor conocer a tanta gente diferente. Estar en Bruselas es estar en muchos sitios, contar con muchas vivencias al mismo tiempo".

Está convencido de que España tiene una muy buena imagen en Bélgica. "El español está de moda, la comida española presente en todos los supermercados, actividades culturales ligadas a nuestro país son cada vez más frecuentes (recientemente acaban de abrir otro centro cultural español en Bruselas). Diría que todo lo que viene de España está de moda... Desgraciadamente, hasta la economía".

"¡Bien venidos a Hollywood, todo el que viene a Hollywood tiene un sueño!, ¿cuál es el suyo?" inquiría una voz masculina en off al comienzo de la película, tan taquillera como mediocre, 'Pretty woman'. Y algo parecido ocurre en Bruselas según Alejandro. "En una ciudad como ésta, los amigos, necesariamente, se hacen y se tienen en un sitio donde llevas ya tanto tiempo. Mi hermano también anda por aquí. El aspecto negativo de una intensa vida social es que Bruselas significa también lugar de paso. Antes llamaba Hollywood a Bruselas. Como en el Hollywood real, es mucha también la gente que viene aquí a probar fortuna y finalmente se ve obligada a marcharse. Sin ir más lejos, una pluma privilegiada ciezana, Miguel Ángel Ortega Lucas, pasó por Bruselas para volver a España".

Como no podía ser de otra manera, echa de menos su tierra: "Un lugar lo hacen sus gentes. En Cieza están mi familia y primeros amigos. Mis orígenes. Suelo ir a mi pueblo tanto como me lo permiten las irregulares conexiones de avión. Al menos, un par de veces por trimestre. Los imprescindibles: Navidad, Semana Santa y la Feria. Considero casi mágico que, tras meses sin hablar con amigos o familiares, cuando regreso, pareciera que nunca me hubiera ido al aparecer de nuevo en sus vidas. Cada vez tengo relación con más gente de Cieza. Facebook y otras redes sociales ayudan mucho a los que estamos tan lejos. Me gustaría regresar definitivamente, pero, desgraciadamente, mi trabajo no me permite ni tan siquiera soñar con ello en un futuro cercano. Por lo tanto, es vital mantener presentes las raíces, los vínculos con el lugar de donde vienes".

Entre las pasiones de su patria chica, la Semana Santa. "Sin duda. Y más todavía cuando escribo estas líneas, en plenas vísperas. Como andero que soy de la Cofradía de la Santa Verónica, la Semana Santa es algo muy especial para mí. Haría aquí una descripción de la misma, pero creo que los ciezanos saben, tan bien sino más que yo, de lo que hablo, y cómo se disfruta siendo partícipe de la misma".

"Agradezco a los que me conocen la alegría con la que me reciben cuando vuelvo a Cieza. El olvido es un triste castigo que espero no sufrir nunca".

Puedes dar por garantizado que eso no sucederá.